"Live Nassau Coliseum'76", David Bowie, 2010/2016/2017 (1976), Parlophone


Durante mucho tiempo los tres álbumes en vivo setenteros de David Bowie fueron -en orden de publicación- "David live" (1975), "Stage" (1978) y "Ziggy Stardust: the motion picture", editado en 1983 pero tomado de un concierto de 1973 (el célebre último show de la gira de "Aladdin Sane" y último concierto de Bowie con The Spiders from Mars); recién en 1992 aparecería "Santa Monica '72", quizá el mejor documento disponible oficialmente de la época de Ziggy, y hubo que esperar hasta 2010 para que apareciera "Live Nassau Coliseum'76", en ese momento incorporado al box set de "Station to Station"; en 2016 el mismo concierto reapareció en el box set "Who can I be now" y a comienzos de 2017 fue editado por separado, lo cual lo añade legítimamente a la discografía oficial en vivo (en 2017, por cierto, también fue editado "Cracked actor", tomado de un concierto de la gira soul post "Diamond dogs"). Por supuesto que entre 1976 y ese 2010 el concierto en Nassau estuvo disponible bajo la forma de innumerables bootlegs; en mi colección tengo uno titulado "Suffragette city" y publicado en 1990 por un sello italiano, y además el remaster del mismo año de "Station to station" incluía, a modo de bonus tracks, dos canciones tomadas de ese concierto, "Stay" y "Word on a wing" (sordid details following).
De alguna manera la edición oficial de 2010/16/17 corrije una falla notoria en la discografía: es dificil argumentar en contra de la gira de "Station to station" como la mejor serie de conciertos ofrecida por Bowie en su carrera: uno puede pensar que "A reality tour" (2003-2004) tiene la ventaja de ofrecer material de una carrera mucho más extensa que la que tenía Bowie detrás en 1976 (de hecho faltaban discos de la talla de "Low", "Heroes" y "Scary monsters... and super creeps", por nombrar apenas los mejores: "Blackstar" quedaba todavía en el futuro para 2004), y sin duda el CD doble que recoge uno de los shows de la gira es un hermoso disco en vivo, o también que la música en "Stage" suena a las mil maravillas en cuanto a perfección del sonido (y está Adrian Belew en guitarra), pero la gira de "Station to station" contaba con la última gran interpretación dramática de Bowie cantando en escena, es decir el personaje del Delgado Duque Blanco; pero estaban además la estética de cabaret aleman, el uso abrumador de la luz blanca, las proyecciones de "Un chien andalou" y "L'age d'or", de Buñuel, y las pistas de "Radioactivity", de Kraftwerk, utilizadas a modo de introducción al show. Lo del Duque era determinante de la interpretación de Bowie: tanto fría y androide como artificial y exagerada. Y eso queda especialmente bien capturado en el disco del show en Nassau (23 de marzo de 1976), que en la versión remasterizada de 2010 suena a las mil maravillas.
El repertorio incluye a "Station to station" casi completo, y de hecho se puede armar una suerte de versión en vivo del álbum seleccionando esos tracks, un experimento que arroja bastantes detalles sobre la maquinaria misteriosa de esas canciones que a primera oída parecen funk pero que si se escarba un poco más revelan un paisaje sonoro tenso e inquietante. El disco 1 abre de hecho con "Station to station", en una versión magnífica en la que el guitarrista Stacey Haydon está perfectamente a la altura del ruido que había hecho Earl Slick en el álbum; la versión es prolija y no se aparta en lo más mínimo de la original de estudio, y lo mismo pasa con la cuarta pista, "Word on a wing". En el medio -siguiendo el orden del álbum- faltaría "Golden years", que no fue tocada en esa ocasión, pero la quinta pista del disco 2 ofrece una buenísima versión de "TV15" y la cuarta del 2 -perdón por el salto hacia atrás, se trata, como dije, de reconstruir el álbum- una impresionante "Stay" -entre lo mejor del concierto, de hecho. Falta también "Wild is the wind", pero quizá por tratarse de un cover en su momento Bowie sintió que podía prescindir de ella o que con un cover -ya veremos cuál- bastaba (una pena, por cierto); el resto del concierto son versiones de material tan viejo como "Hunky dory" (1971) -con "Queen bitch", "Changes" y "Life on mars", de la que suena sólo la primera mitad porque el resto desemboca en un enganche con "Five years"-, "The rise and fall of Ziggy Stardust and The Spiders from Mars" (1972) -la ya mencionada "Five years" y "Suffragette city", con canciones además de "Aladdin sane" (1973) -"Panic in detroit", "Rebel rebel" y el cierre "The jean genie"-, "Diamond Dogs" (1974) -la que da  título al disco y "Rebel rebel"- y, finalmente, una sola de "Young americans" -"Fame". Completa la selección un cover de "Waiting for the man", que sus intereses específicos aparte (un curioso discursito optimista al comienzo) no está a la altura -en términos digamos "rockeros" o de intensidad en vivo- de las versiones de la misma canción que Bowie tocara con The Spiders from Mars en la era de Ziggy.
Esa personalidad desquiciada que Bowie le buscó a su personaje delgado y vestido de impecable camisa blanca aparece en ciertos momentos de la interpretación; uno de los más notorios, sin embargo, fue casi removido de la mezcla con que se publicó el disco en 2010, pero que quedó preservado en los bootlegs y en uno de los bonus tracks de la versión de 1991: se trata de unos falsetes desafinados a propósito hacia los cuatro minutos de "Stay", que suenan como un verdadero colapso nervioso del psicópata duque blanco. Logran, de hecho, ser hasta incómodos, como si no quedara claro qué debemos pensar de esa excentricidad que desafía incluso los límites del personaje. Es una pena que quedaran prácticamente editados fuera de la edición oficial y completa del concierto: algunos momentos similares suenan en las otras canciones (hacia el final de TVC15, por ejemplo), pero fue en "Stay" donde esa demencia vocal alcanzó su paroxismo (en casi todas las canciones, sin embargo, pueden escucharse cambios repentinos en la actitud a la hora de cantar, repeticiones obsesivas, saltos de octava y más detalles que parecen connotar alguna forma de locura).
En una línea similar, la versión de "Panic in detroit" fue editada de 13 minutos y pico a seis, removiendo la mayor parte del solo de batería de Dannis Davis; de todas formas, una versión completa ("sin editar", se lee por ahí) quedó disponible como descarga.

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