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Mostrando las entradas etiquetadas como prog

"The Jethro Tull Christmas album", Jethro Tull, 2003, Fuel2000/RandM

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Sería un error, antes que nada, desestimar el hasta la fecha último álbum de Jethro Tull como un gesto meramente decorativo o trivial en la línea de tanta producción superflua relacionada con Navidad, desde aquellos especiales de The Beatles hasta el infame episodio de la saga Star Wars felizmente borrado de todo canon posible; para empezar, en su delicada tensión entre un compilado (de sus 16 canciones , 7 pertenecen a álbumes anteriores de la banda) y una propuesta estética definida (quizá el momento de la discografía posterior a 1980 más cercano al gesto folk de "Songs from the woods" y "Heavy horses"), además de un concepto clarísimo que parte de la cosa navideña, especialmente desde el uso de melodías tradicionales de la fiesta, tanto en el delicioso medley "Holly herald" como en piezas individuales como "God rest ye merry, gentlemen" (que en rigor también había sonado como parte del medley instrumental del disco 1 de "Bursting out...

"The final cut", Pink Floyd, 1983, Harvest/Columbia

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Se puede pensar lo que se quiera sobre el expresionismo romántico a ultranza de Roger Waters, pero es dificil negar que hacia "The final cut" -concebido originalmente como un álbum que acompañara, en plan banda sonora, a la película "Pink Floyd - The wall", pero después convertido en un disco conceptual concebido a partir de la guerra de las Malvinas- el bajista, único compositor de las 12 (o 13 en las ediciones posteriores a 2014) canciones del álbum, se encuentre en uno de sus picos, no sólo como letrista sino también como creador de paisajes sonoros. En ese sentido, "The final cut" es un álbum especialmente interesante de Pink Floyd, ya que se aparta de la línea de belleza y voluptuosidad musicales inaugurada por "Wish you were here" y más o menos presente en los dos discos que siguieron; de alguna manera, entonces, el disco de 1983, que no es de escucha fácil, suena a una concentración de los momentos menos estrictamente "musicales...

"Roots to branches", Jethro Tull, 1995, Chrysalis

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Sin duda lo más notorio a primera vista del decimonoveno álbum de estudio de Jethro Tull son sus sonoridades indias y árabes, que parecen ocupar en la propuesta el lugar de las melodías folk inglesas en clásicos como "Songs from the woods". Pero el álbum es más variado que eso y más interesante también; es cierto que para 1995 cierta world mu sic fusionada con el rock era un elemento común a la obra de músicos de los sesentas y setentas que hacían su regreso a sus anteriores niveles de calidad tras un vacío importante en los ochentas (no fue el caso específico de Jethro Tull, ya que, en rigor, su retorno a la forma operó en 1987 con "Catfish rising", y se prolongó hasta 1991, cuando salió "Catfish rising", acaso el mejor de esa última trilogía de discos), y si bien hay por ahí alguna que otra pieza fascinante, en el caso de "Roots to branches" el poder sugerente de la hibridación rockera/prog/world music más o menos se termina después del titl...

"Lizard", King Crimson, 1970, Island

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Es posible que el tercero de sus álbumes de estudio represente el momento más extraño en la discografía de King Crimson, casi tan diferente a todo lo demás como para no pertenecer a lo que es tentador pensar como la esencia del proyecto. Se dice que Fripp lo consideró durante mucho tiempo el peor de los discos de Crimson, y que sólo después de escuchar la   remezcla de Steven Wilson, de 2009 y sin lugar a dudas la versión definitiva del álbum, logró reencontrarse con "la música detrás de la música". En cualquier caso, si pensamos en "In the court of the Crimson King" y "At the wake of Poseidon" como trabajos más o menos similares o equivalentes en su propuesta, "Lizard" es definitivamente algo diferente, y esto se nota desde "Cirkus", con la vocalización áspera, hipnótica y casi amelódica de Haskell, que parece expandirse un poco en la canción que sigue, "Indoor games", ambas básicamente delicados e intrincados ambientes i...

"War child", Jethro Tull, 1974, Chrysalys

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Una manera de verlo: después de "Thick as a brick" y "A passion play" había que llevar de vuelta a la banda al territorio más cómodo del pop/rock y al formato canción; la otra: Jethro Tull llegó a ser Jethro Tull al adquirir -entre "Aqualung" y "Thick as a brick" algo que cabría llamar un "potencial conceptual", que sería usado al 100% en los dos gra ndes álbumes estructurados como una pieza sin otra división que la impuesta por los dos lados del vinilo pero que, al llevarla a un nivel de energía digamos "menor" en cuanto a lo musical, resulta en un sobrante de potencial que debe ser gastado en otra cosa. En el caso de "War child" ese gasto pasaba por una película a la que el disco iba a acompañar y complementar; llegó a contactarse a John Cleese y a Leonard Rossiter, pero al final la cosa quedó en nada (porque ningún estudio de importancia quiso financiarlo). La trama iba de una adolescente que se moría y conocí...

"Too old to rock'n'roll: too young to die!", Jethro Tull, 1976, Chrysalis

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A grandes rasgos, después de su par de álbumes conceptuales en el sentido (más) fuerte del término (o sea "Thick as a brick" y "A passion play"), Jethro Tull propuso tres discos en los que el lenguaje prog (maximalismo, virtuosismo, complejidad estructural) queda derivado a una multiplicidad de composiciones más cercanas al formato canción, en contraposición a las grandes piezas de múltiples partes que llenaban los lados A y B de los vinilos precedentes; siguieron después al menos dos discos ("Songs from the woods" y "Heavy horses") donde, si bien se mantuvo el formato cuasi-canción, quedó propuesto en tanto concepto estético o musical la manera en que ese lenguaje prog podía dar cuenta de otros lenguajes, el folk inglés en particular, de manera que cierta cosa místico-pastoral-tradicional quedara proyectada como una suerte de "alma" de los álbumes en cuestión. Pero por supuesto que este esquema falla si se examina la discografía se...

"The ConstruKction of light", King Crimson, 2000, Virgin

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Quizá "ProzaKc blues", el arranque del decimosegundo álbum de estudio de King Crimson, pueda parecer algo desenfocado o descolocado; hay algo que no parece cuajar del todo en la pieza, posiblemente la voz de Belew o el concepto mismo de parodiar el blues desde un lenguaje digamos "crimsoniano" no en 1973 sino en 2000, pero si algo apor ta esta apertura al disco es el lenguaje cercano al metal industrial y el sonido algo chillón o apoyado en las frecuencias agudas de las guitarras y la voz, casi como si se tratara de un disco que quiere librarse de algo parecido al cuerpo. Lo cual en sí no es una mala idea, o al menos no lo es a priori, pero termina por resultar un poco desilusionante cuando se ha escuchado el álbum completo. Eso no quiere decir que "The construKction of light" sea un disco deficiente, en gran medida porque tiene todo lo que se espera de un trabajo de King Crimson: métricas extrañas, peso arrollador, sutilezas sonoras, dinámicas (entre el...

"The broadsword and the beast", Jethro Tull, 1982, Chrysalis

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Se cuenta por ahí que Ian Anderson había previsto que el que sería el álbum de 1980 de Jethro Tull apareciera en realidad como su primero solista; quizá por eso acusa ciertas diferencias importantes con el sonido más inmediatamente asociado a la banda, en particular en cuanto al uso de secuencias y sintetizadores. Es decir: Anderson sabía que "eso" sonaba no tanto a Jethro Tull como a un posible proyecto personal, independiente de la identidad estético-musical de su banda. Pero las cosas no fueron tan simples y "A" entró en la discografía de Jethro Tull. ¿Cuál pudo ser el paso siguiente? Incorporar todo lo que había experimentado ese álbum al sonido más "estándar" de la banda, y el resultado es el último clásico indudable de Jethro Tull. No quiero decir que no sigan buenos discos ("Crest of a Knave", "Roots to branches") sino porque pasado el declive de "Under wraps" la banda emergió cambiada y algo pareció perderse, quizá...

"Crack the skye", Mastodon, 2009, Reprise

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En cierto modo el cuarto álbum de Mastodon da todo lo que debería dar el rock/metal progresivo: complejidad, poder, fuerza y esos conceptos narrativos dementes, ingenuos y maravillosos que no sobrevirían en otro medio ("2112" es un buen ejemplo, "Machina/The machines of god" otro); lo interesante es que lo hace con niveles de excelencia asombrosos. E s indispensable escuchar el disco con auriculares, para formarse una idea más clara de los detalles a nivel textural. En ese sentido, es decir, el álbum es de una riqueza impresionante. Y, después, todo él es capaz de ofrecerse como claramente desmedido y, a la vez, de dar siempre en el blanco. Las canciones se superponen en la memoria, pero no importa, porque todas han de ser partes de una composición más vasta; en el caso de la impresionante "The czar", las secciones -desde la climática y tensa introducción hasta - tienen sus propios títulos, y todas ellas suenan tan cohesivas, homogéneas y a la vez intrin...

"The song remains the same", Led Zeppelin, 1976, 2007, Swan Song

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Primero parece inevitable señalar que la versión de 2007 es la definitiva de "The song remains the same" (me refiero al álbum, no necesariamente a la película, aunque por supuesto que su remaster en HD la mejoró), y segundo hay que decir que ni siquiera el tracklist aumentado ("Black dog", "Over the hills and far away", "Misty mountain hop", "Since I've been loving you", "The ocean" y "Heartbreaker") logran que el disco esté realmente a la altura de las expectativas. Es decir, el poderío legendario de Zeppelin termina por parecer diluido, encharcado en autoindulgencia y en desprolijidad; todo lo contrario a la tensión y la intensidad de discos en vivo como el segundo en el set "BBC sessions" (1997), el disco bonus al remaster de "Led Zeppelin" o casi todo "How the west was won" y las piezas más tempranas -es decir anteriores a 1973- del DVD "Led Zeppelin". Es un lugar c...

"Minstrel in the gallery", 1975, Jethro Tull, Chrysalis

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Después de dos álbumes fascinantes que se las arreglan para condensar todo lo que hace al rock progresivo ("Thick as a brick" y "A passion play") Jethro Tull siguió el camino digamos lógico de volver a la composición de canciones separadas que permitieran, a lo sumo, dejar ver esa conexión inevitable del concepto de "álbum" (no el "álbum conceptual": sobre eso ya habían llegado al máximo en "Thick as a brick"). Es interesante pensar que ese impulso no estaba maduro aún y que, por tanto, duró poco; para su octavo álbum, entonces, si bien no regresa la conceptualidad exacerbada sí lo hace el rock progresivo, y si bien ninguna de las piezas de "Minstrel in the gallery" ocupan lados completos del vinilo es fácil ver en ellas todas las marcas estilísticas del prog. De hecho, en el lado B del disco suena probablemente la obra maestra del Tull progresivo ofrecida como una pieza entre otras y no como una obra única dividida en las ...

"2112", Rush, 1976, Anthem

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Es posible que para 1976, cuando apareció el cuarto álbum de Rush y una de sus dos o tres obras maestras, el rock progresivo era (en su lado más formulaico) o bien un género entendido como un conjunto de técnicas asimiladas -herramientas a usar con algún fin que se pretendiera suficiente en sí mismo, digamos- o bien un callejón sin salida en el que se ha permanecido demasiado tiempo. Parte de lo que logra que "2112" supere ambas posibilidades y conserve todo su potencial de fascinación es que su lado B es un ejemplo maravilloso de hard rock tocado con sutileza y verdadera magia virtuosa, sin indulgencias ni otros exhibicionismos que los que hacen a la escencia del género; prog en los detalles, digamos, no en esquemas más amplios y consabidos. Es decir: no se puede dejar de lado al title-track -uno de los mejores ejemplos de ciencia ficción en la música-, pero si funciona tan bien es en buena medida por su narrativa, por sus letras, y no por el gesto en sí de su estética ...

"A night at the opera", Queen, 1975, EMI/Elektra

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No es que el cuarto disco de Queen sea apenas ecléctico y heterogéneo, sino que además de moverse en estilos diversos (prog, hard rock, pop, music-hall) propone como factor unificador la grandilocuencia, la exageración incluso y el humor desbordado. Conclusión: no es para cualquiera. El ímpetu barroco (hay que recordar que la ópera es un invento del barroco) está más presente acá que en casi cualquier otra parte, el prog más sinfónico incluido. Todo desborda, todo gesto estético está al borde de la saturación; se pasa de "Seaside rendezvous" (con su liereza de music-hall y su interludio humorístico con instrumentos imitados vocalmente) a, al comienzo del lado B, la épica prog (muy a la Rush o a lo que cabría después identificar como marca estilística de Rush) de "The prophet's song"; y hablando de excesos, uno de los momentos vocales más tremendos del álbum aparece en esta pieza, la sección canónica -ensamblada a partir de la voz de Freddie Mercury y distint...

"Thick as a brick", Jethro Tull, 1972, Chrysalis

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Creo que es extraordinariamente significativo que uno de los tres álbumes digamos ineludibles del rock progresivo -me refiero al quinto de Jethro Tull y su obra maestra- sea una suerte de parodia del género. Y quiero decir una parodia especial, en tanto lo que hace para establecer la distancia irónica con lo parodiado es simplemente exacerbar sus líneas fundamentales. Dicho de otro modo: para hacer el mejor prog hay que llevar al prog al demonio y de alguna manera encuadrar al prog, percibirlo como una entidad contorneada, ofrecer, en última instancia, una lectura definida del prog y así simplemente exagerarlo. Hay álbumes que quizá pueden ser percibidos como una "exageración" o incluso "ida al carajo" del prog -"Tales of topographic oceans", por ejemplo, un disco que adoro- pero que no logran alcanzar esa dimensión extra magistral de "Thick as a brick" (si hubiera que elegir uno de Yes para colocar a un lado del de Jethro Tull y de "In the...

"Thrak", King Crimson, 1995, Virgin

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El retorno de King Crimson en los noventas aportó una etapa especialmente interesante de la banda, pero entre los tres álbumes publicados entre 1995 y 2003, quizá no sea "Thrak" -precisamente el que ejerce la propuesta más fascinante y extrema, con su doble trío- el que mejor ha envejecido o el que se mantiene con un poder mayor de seducción. Es cierto que no hay que olvidar el EP o "mini album" "Vrooom", que plantea versiones después retrabajadas de casi todo lo que sonaría en "Thrak" y -junto a los conciertos en Argentina de septiembre de 1994, después recogidos en el álbum en vivo "B'Boom"- establece las coordenadas estéticas del nuevo King Crimson: el trabajo de dos guitarras típico de los tres discos de los ochentas, un "peso" más marcado que retoma  buena parte del sonido de "Red" y lo extrapola a un metal alternativo o progresivo con una fuerte marca industrial, y una atención especial a la creación de a...

"In the wake of Poseidon", King Crimson, 1970, Island/Atlantic/Vertigo

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Su portada sea probablemente la más fea de la discografía completa, y quizá sí haya algo de reiteración del molde inaugurado de manera brillante por "In the court of the Crimson King", pero no hay siquiera que tener en cuenta el complicado momento que vivía la banda, con miembros que la abandonaban y otros que ingresaban no del todo convencidos, para apreciar las bellezas del segundo disco de King Cri mson. El comienzo a capella recién reaparecerá -para un álbum de Crimson- en "The power to believe", pero "Pictures of a city" pasa fácilmente por una suerte de condensación de las piezas de aperutura y cierra de "In the court of the Crimson King"; quizá lo más interesante del álbum, entonces, además del rock de "Cat food" (que en realidad no tiene equivalente en el primer disco), tampoco pase por "Cadence and cascade" -que es una suerte de suma de las piezas más "pastorales" del primero ("Moonchild" más ...

"To the bone", Steven Wilson, 2017, Caroline International

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Si a alguien se le ocurre preguntarse qué efecto tienen en la cabeza musical, estética y conceptual de Steven Wilson las remezclas de álbumes clásicos del prog y el artpop, quizá la respuesta no pueda encontrarse con mayor claridad en otro lugar que en su más reciente álbum, quizá el mejor de los suyos. Es decir: "Hand. cannot. erase" (2015) y el excelente "The raven that refused to sing (and other stories)" (201 3) eran ambos muestras magníficas de artesanado prog, pero si algo faltaba era un extra, por llamarlo de alguna manera, un brillo específico que fuese más allá de la evidente musicalidad y talento de su autor. Ambos discos (y los últimos de Porcupine tree) de alguna manera habían vuelto visible que una de las historias más bobas de la historia del rock (junto a la de la presunta importancia del punk, a la que está conectada) es el de la desaparición del llamado "rock progresivo"; no sólo es falso que todo eso que cabe incorporar al prog se pa...

"Stormwatch", Jethro Tull, 1979, Chrysalis

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Sin duda que el último álbum de Jethro Tull grabado por la más clásica -y mejor- de sus formaciones -Barlow, Barre, Evan, Glascock, Palmer, Anderson- puede pasar cómodamente por el menos logrado de, por lo menos, la llamada trilogía folk, y también palidecer frente a trabajos de mayor interés, como "Minstrel in the gallery" (por no mencionar "Thick as a brick" o "A passion play"), pero por ello es un álbum fallido o sencillamente malo. Por el contrario, su arranque con "North sea oil" y "Orion" es tan bueno como cualquier canción de segunda fila de "Songs from the woods" o "Heavy horses", y eso no es decir poco. Es cierto que  no aparece una obra maestra al nivel de lo mejor de esos discos, pero hay momentos especialmente deliciosos en "Home" y en "Dark ages", una de las piezas más hard rock de un álbum que prescinde de marcas folk tan fuertes como las de sus dos predecesores pero retiene una co...

"David Bowie", David Bowie, 1969, Philips/Mercury

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Quizá los discos que van entre "The man who sold the world" y "Scary monsters" sean realmente irreprochables; tengo para mí que "Station to station" y "Low" son los puntos más altos, pero es evidente que hay una meseta que sirve de base y que las mejores canciones de cualquiera de ellos son también las mejores canciones de David Bowie. En cierto modo, ninguno de los discos que van entre "Let's dance" y "Reality" están a la altura de lo ofrecido en los setentas, y en la misma línea deberíamos pensar a los dos primeros álbumes de Bowie, los dos titulados "David Bowie"; ambos parecen el esfuerzo de un músico que todavía no sabe qué camino tomar, pero lo que en el primero de los álbumes se vuelve uno de sus encantos, no queda del todo claro cómo funciona en el segundo, que además de acusar la fuertísima diferencia de sonido entre "Space Oddity" -el primer hit de Bowie- y el resto de las canciones, no ter...

"Shleep", Robert Wyatt, 1997, Hannibal Records

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Si los 53 minutos del séptimo álbum solista de Robert Wyatt consistieran en una monstruosa versión extendida de la primera de sus piezas, "Heaps of sheeps", el disco también sería delicioso. Y si los 53 minutos del séptimo álbum solista de Robert Wyatt consisteran en una monstruosa versión extendida de los primeros segundos de la pieza que sigue, "The duchess", el disco también sería delicioso. Y si los 53 minutos del séptimo álbum solista de Robert Wyatt consistieran en una monstruosa versión extendida del final de la tercera pieza, "Maryan", el disco también... Podríamos seguir; sin emabrgo, hay mucho más en "Shleep" que los mejores ambientes incorporados a canciones pop/prog grabadas en los noventas por un veterano de la escena de Canterbury, del primer rock progresivo o del rock de los setentas en general (pero también en pocos lugares suenan tan delicadamente texturados los graves y tan espaciosas las frecuencias agudas de las baterías)....