"The man who sold the world", David Bowie, 1970, Mercury
Después de dos arranques casi se diría que fallidos Bowie alcanzó su primer álbum clásico al tercer intento, paradójicamente al tiempo que se interesaba poco y nada en los detalles de su composición y grabación. Es decir: si creemos a biógrafos como Peter Dogget ("The man who sold the world. David Bowie in the 70s"), la participación de Bowie se limitó a aprobar o desaprobar las ideas de Tony Visconti (bajo y producción ) y Mick Ronson (guitarras), aparte de sugerir algún riff o melodía (como el de "The Supermen", que se sabe cedido por Jimmy Page) y escribir las letras. El contraste con el álbum siguiente es tan notorio que cabe atribuir el sonido tan hardrockero de "The man who sold the world" precisamente a ese protagonismo de Visconti y Ronson, ya que cuando Bowie decidió retomar las riendas de todo lo que tuviera que ver con el álbum en proceso el resultado resultó ser el mucho más pop y cancionístico "Hunkydory" (1971).