"Lark's tongues in aspic", King Crimson, 1973, Island
El quinto disco de estudio de King Crimson marca el comienzo de una nueva etapa para la banda. Para empezar, de las formaciones anteriores (la original y la llamada "de transición") sólo permanece Robert Fripp, a quien se suman David Cross (violín, viola, mellotron), Bill Bruford (batería), Jamie Muir (batería y percusión) y John Wetton (bajo). Las formaciones anteriores tendían al uso de diversos instrumentos melódicos, en particular vientos y bronces, que en esta nueva formación quedan reducidos a la guitarra de Fripp y el violín de Cross, más las diversas texturas de mellotron. Aparece también -además de un recambio de influencias: ahora la voluptuosidad sinfónica de los primeros trabajos deja paso a una estética más cercana a la música de vanguardia de la primera mitad del siglo XX, desde Stravinski y Bartók hasta la atonalidad y el serialismo, lo cual consistía un sistema de referencias novedoso para el rock progresivo- una nueva gama de sonidos de percusión (Muir tocaba con cualquier cosa a la que pudiera sacarle un sonido, desde latas y cajas de cartón hasta castañuelas, campanas y serruchos) que son incorporados a las composiciones como una serie de capas de sonido y textura de gran complejidad rítmica.
Sin duda las composiciones más importantes del álbum son las dos partes de la que le da el título (que Crimson luego retomaría en "Three of a perfect pair", de 1984, y en "The construKction of light", de 2000); la primera la pista más larga del disco y un impresionante repertorio de dinámicas y sonoridades, incluyendo los ataques de guitarra distorsionada y power chords de Fripp y el extremadamente lírico solo de violín de Cross, inspirado, según se ha señalado, en algunos versos del poema "The lark ascending", de George Meredith, fuente del título del álbum. Pero hay más: la percusión es protagonista de buena parte de las secciones, en particular la intro, y a lo largo de los 10 minutos y pico por los que se extiende recurren dos figuras, una rítmica en 5/4 e inspirada en la sección "danza de las adolescentes" de "La consagración de la primavera", de Stravinksi, y la otra melódica (comenzando con un intervalo ascendente de quinta seguido por uno también ascendente de tritono, generalmente sol-re-la bemol-do sostenido y sol, aunque la figura es variada a lo largo de la pieza). Ambas figuras son retomadas en la segunda parte, que cierra el álbum con una urgencia más cercana al heavy metal y una intensidad obsesionante. En la segunda parte, por cierto, no sólo son desarrolladas las figuras recurrentes de la primera sino que además (4:53, por ejemplo) aparecen combinadas o fusionadas.
La estructura del disco completo, por cierto, es especialmente interesante. Lo inauguran y lo cierran las dos partes -instrumentales ambas- de la composición que le da título, y "en el medio" contiene cuatro piezas más variadas. El lado A incluye el momento más dulce del disco, por decirlo de alguna manera, con la breve "Book of saturday", que además anuncia también un giro en el enfoque hacia las letras: si en los discos anteriores abundaban los intentos poético/pastorales/cósmico/psicodélicos de Peter Sinfield, ahora las letras buscarán una sensación más "bajada a tierra", con referencias a la vida cotidiana y buenas dosis de ironía.
Cierra el lado A "Exiles", con el impresionante paisaje sonoro de su introducción y de sus secciones intermedias entre partes más incorporables a una lógica de "formato canción" (además de la sobrecogedora melodía en el violín de Cross y la voz de Wheton, por supuesto).
El lado B abre con "Easy money", uno de los momentos más hard rock del disco (en la intro y las estrofas, que se acercan al blues) complementado por secciones instrumentales minimalistas, y prosigue con la oscura y obsesionante "The talking drum", que es interrumpida abruptamente por la figura rítmica en 5/4 de la segunda parte de "Lark's tongues in aspic".
Vale la pena escuchar la remezcla (o reconstrucción, mejor dicho) de Steven Wilson en la edición del 40 aniversario, y, en la caja "Lark's tongues in aspic: the complete recordings", rastrear, a lo largo de performances en vivo, la evolución de las distintas composiciones del disco y de ciertas improvisaciones que terminan convertidas en canciones, como por ejemplo "Fallen angel", de "Red" (1974), así como también la apertura a la improvisación que marca los conciertos de esta etapa de la banda (y que desaparecería durante los 80s para regresar con la gira del disco "Thrak", de 1995). Además, en la edición aniversario de "Islands" (1972) puede encontrarse "A peacemaking stint unrolls", que es algo así como una primera versión de la primera parte de "Lark's tongues in aspic".
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