"Beyond now", Donny McCaslin, 2016, Motéma Music
Es fácil pensar que no es el jazz (fusión o lo que sea) lo que
realmente importa en "Beyond now", o al menos que si el álbum vale la
pena y logra convertirse en un conjunto interesante de composiciones, no
es estrictamente por su relación con ese genero tan hermoso como
extinguido. O no, al menos, por su relación con lo que pueda gustarle a
cierta ortodoxia o a ciertos puristas,
que acaso queden más bien fríos ante el sonido estudioso y aplicado del
saxo de McCaslin. Un McCaslin, por cierto, que posa en la portada de su
disco con una campera de cuero notoriamente parecida a la de Bowie en la
tapa de "Heroes". ¿Se trata de capitalizar el éxito de "Blackstar",
cuya personalidad sonora tiene tanto que ver con lo aportado por el
saxofonista y su banda? Bueno, digamos que McCaslin lo tiene más que
merecido y que mucho de lo que fascina desde "Blackstar" ya estaba, a su
manera, en los discos anteriores del grupo integrado por McCaslin
(tenor, flauta, clarinete), Lindner (teclados), Lefebvre (bajo) y
Guiliana (batería).
En cualquier caso, "Beyond now" quizá no sea un álbum tan brillante como "Fast future" (2015), y es tentador separar por un lado los covers de canciones de Bowie, por otro las composiciones de McCaslin y, finalmente, las versiones de temas de Mutemath y Deadmau5, y pensar que son el primer conjunto y el último los que aportan lo mejor del álbum (como pasaba con los covers de Boards of Canada en el álbum "Casting for gravity", de 2012); sin embargo, basta con escuchar "Shake loose", la primera composición del disco, para maravillarse con el poderío de la banda liderada por McCaslin y su brillante funk atravesado por cambios de tempo y compás.
Es posible que, de todas formas, lo mejor del disco sea "Coelacanth 1", cover de una composición de Deadmau5. A un fondo dark ambient se suman fraseos de saxofón que aquí y allá se espesan en melodías estremecedoras (un poco como el saxo del final de "Neuköln", en "Heroes"); un momento especialmente brillante del disco aparece hacia los cuatro minutos, con un cambio en la textura de los teclados que parece forzar al saxo a una nueva mutación.
En la línea de esta pieza suena el cover de "Warszawa"; se trata en principio de una reconstrucción respetuosa y minuciosa del original, pero, como pasa con la más intrigante "A small plot of land", es inevitable pensar a partir de sus sonidos en las posibles versiones en vivo que Bowie hubiese tocado si su vida hubiese seguido y se hubiese propuesto salir a escena. Esto es especialmente visible en "A small plot of land", que se beneficia en todas partes de los climas oscuros en los teclados de Jason Lindner y sus pequeñas secuencias vintage, además de sonar increíblemente bien en el trabajo vocal de Jeff Taylor.
De las composiciones de McCaslin, "Beyond now" es acaso la más llamativa; está construida como un crescendo inexorable de casi ocho minutos, y va pasando en su recorrido por zonas de texturas marcadamente diferentes, entre ellas el interludio virtualmente noise entre 3:05 y 3:55, seguido por un solo especialmente intenso de saxofón. "Bright abyss" contiene los fraseos más líricos y sirve como lo más parecido a una balada que ofrece el disco -junto al cierre "Remain"-, a la vez que "Glory" incluye las sonoridades más notoria o clásicamente jazzeras y acaso representa (¿por consecuencia?) el momento menos interesante.
En cualquier caso, "Beyond now" quizá no sea un álbum tan brillante como "Fast future" (2015), y es tentador separar por un lado los covers de canciones de Bowie, por otro las composiciones de McCaslin y, finalmente, las versiones de temas de Mutemath y Deadmau5, y pensar que son el primer conjunto y el último los que aportan lo mejor del álbum (como pasaba con los covers de Boards of Canada en el álbum "Casting for gravity", de 2012); sin embargo, basta con escuchar "Shake loose", la primera composición del disco, para maravillarse con el poderío de la banda liderada por McCaslin y su brillante funk atravesado por cambios de tempo y compás.
Es posible que, de todas formas, lo mejor del disco sea "Coelacanth 1", cover de una composición de Deadmau5. A un fondo dark ambient se suman fraseos de saxofón que aquí y allá se espesan en melodías estremecedoras (un poco como el saxo del final de "Neuköln", en "Heroes"); un momento especialmente brillante del disco aparece hacia los cuatro minutos, con un cambio en la textura de los teclados que parece forzar al saxo a una nueva mutación.
En la línea de esta pieza suena el cover de "Warszawa"; se trata en principio de una reconstrucción respetuosa y minuciosa del original, pero, como pasa con la más intrigante "A small plot of land", es inevitable pensar a partir de sus sonidos en las posibles versiones en vivo que Bowie hubiese tocado si su vida hubiese seguido y se hubiese propuesto salir a escena. Esto es especialmente visible en "A small plot of land", que se beneficia en todas partes de los climas oscuros en los teclados de Jason Lindner y sus pequeñas secuencias vintage, además de sonar increíblemente bien en el trabajo vocal de Jeff Taylor.
De las composiciones de McCaslin, "Beyond now" es acaso la más llamativa; está construida como un crescendo inexorable de casi ocho minutos, y va pasando en su recorrido por zonas de texturas marcadamente diferentes, entre ellas el interludio virtualmente noise entre 3:05 y 3:55, seguido por un solo especialmente intenso de saxofón. "Bright abyss" contiene los fraseos más líricos y sirve como lo más parecido a una balada que ofrece el disco -junto al cierre "Remain"-, a la vez que "Glory" incluye las sonoridades más notoria o clásicamente jazzeras y acaso representa (¿por consecuencia?) el momento menos interesante.
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