"Kind of blue", Miles Davis, 1959, Columbia
Es posible escuchar "Kind of blue" como un álbum conceptual. Primero, y de manera más evidente, desde su título: las cinco composiciones incluidas en el disco cubren un espacio de variación de tempo relativamente reducido y que en sus momentos más ágiles no deja de sugerir una actitud relajada y ligera, a la vez que en las piezas más lentas, sin abandonar esa suerte de ligereza, se espesa una sensación de melancolía. "Kind of blue", es decir. Un poco triste; quizá no del todo, apenas, ligeramente.
Después, el álbum se ofrece como la primera exploración completa de su autor en el jazz modal (después de la pieza "Milestones" en el disco del mismo título, del año anterior, y de los métodos de composición de la banda sonora de "Ascenseur por l'échafaud", también de 1958); es decir, en lugar de apelar a armonias complejas con muchísimos cambios de acordes (como en "Giant steps", de 1960, donde Coltrane llevó al paroxismo la complejidad en las progresiones de acordes) se les ofreció a los músicos una dirección mucho más sencilla, que consistió en un conjunto de escalas (modos) en los que tocar. Así, por ejemplo, la sugerente "Flamenco sketches" se proyectó como cinco escalas por las que debía pasar cada músico (do mayor, la bemol mixolidio, si bemol mayor, sol menor armónica, sol dórico), mientras que "So what" fue planeada según la pauta de 16 compases en un modo (re dórico), 8 en otro (mi bemol dórico) y vuelta a 8 en el original. El disco, es decir, señala su propia pauta compositiva, su propio proceso.
Claro que al decir que "Kind of blue" es un álbum conceptual no se está hablando de conceptos narrativos: están, en su lugar, esa sensación de un disco triste (o, mejor, triste de una manera particula), está la unidad de su método compositivo (que se puede entender como la "idea" o el "concepto") y, además, algo que sin duda operó en retrospectiva: la idea de "Kind of blue" como una suerte de álbum arquetípico de jazz. Es decir: un álbum que hace de su género, o de la exposición de pautas de su género refinadas y estilizadas al máximo, uno de sus elementos principales (más allá, por supuesto, de cualquier noción de "intencionalidad"; es evidentemente la historia del jazz y la música en general la que colaboró a esa manera de escuchar el disco). Así, es imposible separar al concepto de "jazz" del sonido de "Kind of blue" (o, si vamos al caso, de "Giant steps" o "Time out"); escuchar "Kind of blue", entonces, implica regresar en el tiempo a un momento en que el jazz era una forma viva de música (en oposición a una fascinación arqueológica), y esa vida llena, colma y rebasa al disco.
Sin duda que buena parte de su efectividad se debe a la selección de los músicos que participaron; el piano de Bill Evans, con sus alusiones a Debussy, agranda el mapa de referencias musicales de una manera evidente, mientras que el contraste entre los estilos de los saxofonistas John Coltrane (intrincado, complejo, apasionado, furioso), en tenor, y Julian "Cannonball" Adderly (ágil, luminoso, expansivo) funciona más de manera complementaria que como simple oposición.
Después de dos piezas de tempo relativamente ágil, "So what" y "Freddie freeloader", el disco se empoza en "Blue in green", acaso el núcleo de su propuesta musical y otro trabajo impresionante de Bill Evans (en particular durante el solo de Davis; de hecho, se ha señalado que Evans acaso compuso la pieza, que progresa en los modos dórico, mixolidio y lidio). Es la única pieza en la que no toca Adderley, además, dándole digamos un lugar más amplio al sonido de Coltrane (del mismo modo, en "Freddie freeloader" en lugar de Bill Evans toca el piano Wynton Kelly, más "especialista" en blues).
Sigue la más intensa y urgente "All blues", junto a "Freddie freeloader" la pieza que usa más notoriamente la estructura del blues de doce compases (en este caso en compás de 6/8, a la vez que lo que suena melódicamente es un modo mixolidio), y cierra el lado B y el álbum "Flamenco sketches". Curiosamente, "All blues" parece más "flamenco" que "Flamenco sketches", y esta última suena más "blue" que la primera.
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