"What??", Folke Rabe, 1970, WERGO (1997: Dexter's cigar)
Puestos a dividir en subgéneros la música ambient parece fácil encontrar ciertos paradigmas posibles; por un lado cabe pensar en las piezas generativas, en las que lo que escuchamos es el "producto" de un "proceso" dejado a su funcionamiento, sin una intervención humana significativa y de paso esquivando la idea de la música como expresión de un sujeto -"Discreet music" (1975), de Brian Eno, sería el ejemplo más consabido-, y, en el lado opuesto de una dicotomía posible, a aquellas (vamos a llamarlas "deliberadas") preparadas -como si de un paisaje pictórico se tratara- a consciencia, sección por sección, con un "productor" que elije, ordena y dispone los sonidos con una intención posible -"The pavilion of dreams" (1978), de Harold Budd, podría funcionar como ejemplo, salvo que no se lo considere parte del género ambient-.
Otro eje posible es el basado en la presencia o ausencia de una narrativa o un forma de progreso lineal: dicho asi nomás, si la pieza "va hacia algún lado" en un sentido de cambio apreciable o si permanece estática como una suerte de "zona" en el tiempo.
Sin embargo, "The disintegration loops" (2002), de William Basinksi, parte de una forma estática (es decir la reiteración extrema de un loop breve) pero la somete a un proceso narrativo, una forma de decadencia en el soporte (originalmente la cinta magnética) que va erosionando y socavando el sonido, hasta hacerlo desaparecer. En ese sentido, "The disintegration loops" hace algo parecido a contar una historia: la más simple y lineal (la de la entropía, es decir), pero por ello configurándose como una composición diferente a, pongamos, "Music for airports" (1978), que, notoriamente, no va a ninguna parte. Por supuesto que, citando a Eno, "la repetición es una forma de cambio", y la reiteración número 95 de los 3 segundos que abarca un loop sin duda podrá ser investida de un significado distinto a la 12 (es concebible tal significado, es decir), pero está claro que otra dicotomía podría establecerse entre el conjunto de las obras ambient basadas en loops y el de las obras que disponen sonidos sin establecer patrones apreciables de recurrencia; ambas, a su vez, pueden ser narrativas o no, y ambas, también, pueden ser generativas o deliberadas.
Esta sistematización, que parece bastante fácil o visible a simple vista, sin duda que es no menos fácilmente problematizable a la hora de referirse a ciertas obras ambient; "What??", de Folke Rabe, es una de ellas.
La pieza comienza con dos tonos puros (ondas sinusoidales, es decir) separados exactamente por una octava; pronto, uno de ellos empieza a acusar variaciones microtonales. Y eso es todo. A lo largo de los 25:40 de la pieza, lo que escuchamos es la interacción de ambos tonos y sus mínimas variaciones, que producen una serie de efectos apreciables, en especial sobretonos (no necesariamente armónicos) -hacia 1:55 es audible uno particularmente bello- y efectos de fase, como la consabida miniondulación tonal que siente quien está afinando una guitarra y se acerca -pero no llega del todo- al tono buscado, que en "What??" genera momentos en que emergen (todo es sumamente gradual, por supuesto, pero cabe distinguir zonas o secciones) texturas diferentes (se puede comparar, por ejemplo, la de 4:09 con la de 22:24) y suena una suerte de "burbujeo" (11:51, por ejemplo). A veces esas pautas de oscilación de los sobretonos funcionan como un pulso rítmico y parecen "empujar" a la la pieza hacia adelante, volviéndola más tensa y ansiosa.
Claro que cabe preguntarse en qué sentido hay un proceso (y si esto último es lo mismo que decir que hay cambios), si ese proceso "progresa" hacia alguna parte y si cabe separar un lado generativo de la pieza (las distintas texturas, por ejemplo) de un lado deliberado (los cambios microtonales impuestos al comienzo y en adelante); ante lo problemático de las respustas posibles parece fácil concluir que la división propuesta más arriba no funciona, al menos no con "What??", que parece colocarse más acá o más allá -y apenas- de las categorías posibles. Música llevada al mínimo más extremo, sin ritmo, melodía u otra armonía que la que emerge de los cambios microtonales, la composición más famosa de Folke Rabe va más allá de la consabida mancha de humedad a la que le buscamos las formas: acá la pareidolia opera con lo mínimo, con variantes de iluminación sobre una superficie blanca.
Para muchos lo más importante, sin embargo, es lo sieguiente: despojándose de todas las armas, de todos los recuersos, "What??" logra producir una respuesta emocional; podrá ser inquietud, asombro, curiosidad, exasperación o incluso maravilla -eso depende de quién y cuándo-, pero nunca deja de interpelar. En 1997 apareció una versión en CD que incluye una versión ralentizada: es como mirar la pieza original con un microscopio.
Otro eje posible es el basado en la presencia o ausencia de una narrativa o un forma de progreso lineal: dicho asi nomás, si la pieza "va hacia algún lado" en un sentido de cambio apreciable o si permanece estática como una suerte de "zona" en el tiempo.
Sin embargo, "The disintegration loops" (2002), de William Basinksi, parte de una forma estática (es decir la reiteración extrema de un loop breve) pero la somete a un proceso narrativo, una forma de decadencia en el soporte (originalmente la cinta magnética) que va erosionando y socavando el sonido, hasta hacerlo desaparecer. En ese sentido, "The disintegration loops" hace algo parecido a contar una historia: la más simple y lineal (la de la entropía, es decir), pero por ello configurándose como una composición diferente a, pongamos, "Music for airports" (1978), que, notoriamente, no va a ninguna parte. Por supuesto que, citando a Eno, "la repetición es una forma de cambio", y la reiteración número 95 de los 3 segundos que abarca un loop sin duda podrá ser investida de un significado distinto a la 12 (es concebible tal significado, es decir), pero está claro que otra dicotomía podría establecerse entre el conjunto de las obras ambient basadas en loops y el de las obras que disponen sonidos sin establecer patrones apreciables de recurrencia; ambas, a su vez, pueden ser narrativas o no, y ambas, también, pueden ser generativas o deliberadas.
Esta sistematización, que parece bastante fácil o visible a simple vista, sin duda que es no menos fácilmente problematizable a la hora de referirse a ciertas obras ambient; "What??", de Folke Rabe, es una de ellas.
La pieza comienza con dos tonos puros (ondas sinusoidales, es decir) separados exactamente por una octava; pronto, uno de ellos empieza a acusar variaciones microtonales. Y eso es todo. A lo largo de los 25:40 de la pieza, lo que escuchamos es la interacción de ambos tonos y sus mínimas variaciones, que producen una serie de efectos apreciables, en especial sobretonos (no necesariamente armónicos) -hacia 1:55 es audible uno particularmente bello- y efectos de fase, como la consabida miniondulación tonal que siente quien está afinando una guitarra y se acerca -pero no llega del todo- al tono buscado, que en "What??" genera momentos en que emergen (todo es sumamente gradual, por supuesto, pero cabe distinguir zonas o secciones) texturas diferentes (se puede comparar, por ejemplo, la de 4:09 con la de 22:24) y suena una suerte de "burbujeo" (11:51, por ejemplo). A veces esas pautas de oscilación de los sobretonos funcionan como un pulso rítmico y parecen "empujar" a la la pieza hacia adelante, volviéndola más tensa y ansiosa.
Claro que cabe preguntarse en qué sentido hay un proceso (y si esto último es lo mismo que decir que hay cambios), si ese proceso "progresa" hacia alguna parte y si cabe separar un lado generativo de la pieza (las distintas texturas, por ejemplo) de un lado deliberado (los cambios microtonales impuestos al comienzo y en adelante); ante lo problemático de las respustas posibles parece fácil concluir que la división propuesta más arriba no funciona, al menos no con "What??", que parece colocarse más acá o más allá -y apenas- de las categorías posibles. Música llevada al mínimo más extremo, sin ritmo, melodía u otra armonía que la que emerge de los cambios microtonales, la composición más famosa de Folke Rabe va más allá de la consabida mancha de humedad a la que le buscamos las formas: acá la pareidolia opera con lo mínimo, con variantes de iluminación sobre una superficie blanca.
Para muchos lo más importante, sin embargo, es lo sieguiente: despojándose de todas las armas, de todos los recuersos, "What??" logra producir una respuesta emocional; podrá ser inquietud, asombro, curiosidad, exasperación o incluso maravilla -eso depende de quién y cuándo-, pero nunca deja de interpelar. En 1997 apareció una versión en CD que incluye una versión ralentizada: es como mirar la pieza original con un microscopio.
Comentarios
Publicar un comentario